El compromiso de la UE de reducir las emisiones anuales de CO2 en 780 millones de toneladas para 2020 exige que los responsables de la toma de decisiones, la industria y los consumidores trabajen codo con codo para conseguir un estilo de vida más ecológico. El sector del plástico tiene el compromiso de realizar una contribución importante a este ambicioso objetivo en las formas siguientes:
Aislamiento eficiente
En los edificios, el plástico proporciona un aislamiento eficaz contra el frío y el calor, e impide las fugas de aire. Los materiales plásticos para aislamiento consumen aproximadamente un 16 % de energía menos y emiten un 9 % menos de gases de efecto invernadero que los materiales alternativos. A lo largo de todo el ciclo de vida, los paneles de aislamiento de plástico ahorran 150 veces la energía que se utiliza para su fabricación.
Energía renovable
Las palas del rotor de los aerogeneradores y las placas fotovoltaicas contienen grandes cantidades de plástico, lo que ayuda a que la producción de energía renovable sea eficiente. En esas dos aplicaciones, los plásticos ahorran 140 veces y 340 veces respectivamente las emisiones producidas durante su fabricación.
Evitar el desperdicio de alimentos
Los envases de plástico para alimentos ofrecen una protección eficiente, reducen el desperdicio de comida y prolongan la vida útil, con lo que se ahorra energía y emisiones de gases de efecto invernadero. Los envases de plástico para carne, por ejemplo, pueden ampliar su vida útil entre tres y seis días, o más. Si se considera que la producción de un kilo de ternera implica unas emisiones equivalentes a tres horas de conducción, esta prolongación de la vida útil es un beneficio considerable para el medio ambiente.
Aplicaciones ligeras
Con los plásticos se consiguen envases más ligeros y una reducción del peso de los vehículos, lo que, combinado, significa menos emisiones de CO2 derivadas de la movilidad. Un envase de plástico pesa tan solo una cuarta parte de lo que pesaría una solución con un material alternativo, lo que mejora el consumo de combustible y reduce las emisiones.
Menos emisiones de gases de efecto invernadero durante la fabricación
Los productos de plástico requieren menos energía durante la fabricación que los materiales alternativos, sobre todo en aplicaciones como la movilidad, la edificación y construcción, el envasado y los dispositivos electrónicos. Si los plásticos se sustituyeran por materiales alternativos, el consumo de energía a lo largo de su ciclo de vida aumentaría en un 57 % y las emisiones de gases de efecto invernadero se incrementarían en un 61 %.
Estas son solo algunas de las formas en que los plásticos reducen el coste y el consumo de energía, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.
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